25.10.05

Tributo las pelotas!

Sabe Dios que amo la música. Que adoro a los artistas. Que me encanta escuchar todo tipo de música. Que hubiera dado lo que sea por escuchar a Queen, a Pink Floyd o a The Doors en vivo. Y ni hablar de Los Beatles.

Hoy dí­a, y gracias a la maravillosa virtud tercermundista de este paí­s, eso es posible. ¿Milagros de la ciencia que reprodujo el ADN de Freddie Mercury? ¿Jim Morrison estaba congelado y lo revivieron? ¿Tal vez Jhonn Lennon en un avance más hacia la paz mundial aceptó que hicieran un holograma de su persona con túnica blanca y cantando? No, nada de eso. Pero su legado nos llega (intacto?) gracias a las "Bandas Tributo".

La idea es básicamente: En la escasés está la abundancia. Poca inversión, mucha inventiva y gente que por curiosidad o resignación ("porque de otra forma no los veo ni en pedo") paga la entrada para ver a unos tipos imitando la genialidad de otros.

Lo más triste es que en un 80 % no pueden imitar ni el ladrido de un perro (al menos, el perro es original en su ladrido). Pero esta chicos ( y los empresarios chupasangre de siempre ) han creado una nueva forma de robar, y la gente se cree que son artistas.

Antes una banda empezaba haciendo "covers". Era una forma más que noble de empezar a "foguearse" en los escenarios. Hoy la ciudad está empapelada de Bandas que hacen Tributo... hasta el colmo de haber dos grupos que "homenajean" a U2!! ¡Pero si todavia no se han separado, joder!

Propongamos nuevas Bandas tributo, a ver qué les parece: "Gitanitos" homenaje a Sandro y los de Fuego; "My ass" banda tributo a Kiss; "Los de Acelga" harí­an los honores a Los redondos de Ricota; etc., etc., etc.

Por mi parte, a lo mejor me animo y formo una Banda Tributo a mi Vieja cantando el arrorró, o una que se llame "The Sopranos" homenaje a mi marido cuando canta en la ducha, total ya que estamos...

18.10.05

Preludio

Hoy venía distraída, arrastraba a mi hija de tres años como a un barrilete cuando no sopla el viento. Estabamos buscando desesperadamente un almacén para comprar una bolsa de porotos. Es que no conformes con estudiar los alimentos, los animales, los transportes y los planetas, a la dedicadísima maestra de Jardín de Infantes se le ocurrió que ahora van a crear una huerta.

Por un lado estaba agradecida de que antes no nos haya pedido colaborar más que con información. Bueno hubiera estado tener que conseguir un rinoceronte para la clase de mañana, o pedirle al chofer del 60 que hiciera un pequeño desvío; pero seguramente lo más dificil hubiera sido volver a casa con un asteroide en la cartera... "jeje, es para la nena".

Sin embargo, a pesar de lo sencillo que parecía el encarar la compra de tan diminuta y simple semilla, la cara de desconcierto de los almaceneros empezó a provocar en mi una terrible e inédita duda existencial... ¿se está acercando el final del blanco y reactivo alimento? ¿será posible que los porotos estén en peligro de extinción? ¿será tan solo que la zona dónde vivo no es su hábitat natural, que emigraron hacia lugares en dónde son tratados mucho mejor que como una semilla para practicar "la germinación" en el colegio?

Dejé a mi hija en el Jardín, dando las explicaciones increíbles del caso. Caminé a la parada del colectivo y durante el viaje hasta mi trabajo sólo una frase pasaba por mi cabeza: "Ojalá que el chino de la esquina tenga porotos".