18.10.06

Ser humano

La semana pasada, llevaba a mi nena a la pediatra, por no perder el turno y después de dar vueltas con el auto para estacionar durante 20 minutos, me la jugué y lo puse cerca de la esquina, la rueda trasera soprepasaba un poco la línea amarilla.

Media hora después salgo y, obviamente, me había llevado el auto la grúa. Luego de ir de acá para allá caminando, con mi nena enfermucha y puteando por haber tenido que pagar el acarreo (la jueza no me cobró la multa por ser la primera infracción), me quedé reflexionando.

¿Qué pasaría si siempre pagáramos con dinero por nuestros errores? ¿Seríamos mejores personas? Seguramente seríamos más pobres o tendríamos que trabajar el doble sólo por si acaso en algún momento tenemos la insólita osadía de equivocarnos. Probablemente entonces intentaríamos ser más conscientes y tratar de cumplir las leyes.

Pero el delirio me lleva más allá. Cómo seríamos si tuvieramos que pagar por nuestros errores en la vida, no sólo los que incumplen normas y leyes, sino los que nos afectan cotidianamente, los que marcan nuestra historia. Así, ya en el jardín, mentirle a papá y mamá nos costaría 50 centavos de los destinados a caramelos. En la primaria o en la secundaria en lugar de ponernos amonestaciones nos multarían con 10 pesos. Y así durante el resto de la vida. Dejar plantado a alguien $15. Hacer algo de lo que uno no está convencido y que al día siguiente considera un error $20. Mandarse la cagada del siglo en el laburo $50. Tratar mal a un empleado $80. Mentirle a un amigo $100. Y a un familiar $150. Una cañita al aire $200. Tener hijos para retener a tu pareja $500.

Bueno, obviamente hay cosas que ya están funcionando, todos sabemos que un divorcio nos cuesta fortunas, o no cepillarse los dientes nos ocasiona quizás el gasto más grande de todos y es hacerse el comedor a nuevo. Lo interesante es que igual la gente se divorcia, o se calienta y trata mal al otro.

El error no tiene remedio. Simplemente nos hiere en las entrañas y nos hace sentir unos imbéciles. El error es una apuesta a futuro. Es lo que nos marca la diferencia entre lo que somos y lo que seríamos si pudiéramos.

9.10.06

Búsqueda interior

"La verdad es como el sol. Lo hace ver todo y no se deja mirar."
Victor Hugo


Frente a ese cuadro resquebrajado por el paso del tiempo la tentación era mayúscula. Las grietas oscuras llevaban a volar la imaginación hacia una verdad oculta, un pasado diferente o un futuro excitante. La ilusión de lo que no se ve debajo de lo que se palpa.

Suavemente fue retirando los fragmentos de pintura, descascarando la obra como si fuera una pared vieja. La felicidad por llegar finalmente al momento de descubrir el verdadero motor. El éxtasis de saber que vería, por fin, lo que había debajo de eso que tanto adoraba. La ansiedad de conocer su alma para entenderla mejor.

Las costras duras de lo que alguna vez fueron blandas pinceladas yacían en el suelo, amontonadas. Frente a sus ojos la inmensidad del lienzo blanco le demostraba que no hay alma sin pintura, ni pintura sin alma.

Fué esta búsqueda un aprendizaje o simplemente la excusa para volver a pintarla?

5.10.06

Ticket to Ride

Caminaba por la avenida Maipú. Antes de llegar a la Municipalidad de Olivos, había uno de esos andamios de construcción, de los que forman una especie de galería en las veredas. Paso por debajo y sigo caminando. Era un día espléndido, radiante de sol y yo me sentía particularmente feliz. Al final del andamiaje había 3 hombres vestidos de negro, con lentes de sol, buscaban algo pero yo seguí caminando sin darles mayor importancia.

Llegando a la esquina del Banco Rio, veo salir a un hombre alto con un físico atlético, cuyo rostro me resultaba familiar. Y como si lo conociera de toda la vida le hablo.

- ¡Hola, cómo estás?!- con mi mejor y dientuda sonrisa.
- Bien y vos- me contesta él, muy relajado.
- Bien, asombrada... acabo de cruzarme con los de CQC y ahora te veo a vos!
- No digas! en dónde están, qué hacen?
- No se- empezamos a caminar y sigo- buscan la ironía perdida creo.
- Jaaaaaaaaa- para mi sorpresa se rie fuerte y tirando la cabeza para atrás.
Seguimos caminando en silencio. Creo que él hablaba pero yo no recuerdo qué decía, tal vez porque mi mente estaba tratando de darle coraje a mis labios.
- Sabés que estar con vos es una de mis fantasías?- dije, como quien ve llover. Caminamos medio metro más y nos detuvimos. El me miró de una manera... mezcla de ternura y extrañeza en los ojos y una pícara y cómplice sonrisa en su boca.- Vení conmigo- me dijo.

Me fuí con él sin dudarlo. Entramos en una especie de loft. Me dió la impresión que había sido un conventillo y luego un PH. En el medio de la sala había un sommier inmenso a unos metros una mesa con 6 sillas y a continuación una pequeña cocina. Estaba oscuro y no creo que fuera ya de noche. En un segundo estábamos en su cama desnudos, envueltos en sábanas de seda. El tenía un físico increíblemente trabajado y se veía genial. Creo que hicimos el amor por horas. Yo no podía más que pensar que todo era un sueño. Estábamos abrazados y exhaustos cuando aparecieron dos mujeres. El las conocía, eran como sus "sirvientas", aunque lo trataban con mucha confianza. Nos ofrecieron tomar unos mates y aceptamos. Me sentía extrañísima aunque todos eran realmente afectuosos conmigo.


Entonces aparecen unos 3 hombres, amigos de él, uno era periodista y los otros productores. Nos sentamos todos a la mesa. Todo estaba súper relajado. El más jóven de los amigos me hablaba como quien quiere integrate al grupo. El segundo hombre ni me dirigió la palabra. Y el tercero, canoso, más grande me miró de arriba a abajo. Lo miró a él y le dijo -qué hacés? cómo podés? El se había sentado con el respaldo de la silla hacia adelante (lo cual me parece súper sexy) y un poco reclinado hacia adelante, apoyando sus brazos en el respaldo me miró con una ternura extrema y una increíble sonrisa y le contestó -tenía ganas de dar un hermoso paseo, un paseo diferente, pero un paseo al fin.-

Abrí los ojos en la oscuridad de la noche y me descubrí llorando. Y tratando de volver a dormir para continuar soñando. Obviamente eso no sucedió y me quedé con las lagrimas en las mejillas sin entender bien por qué.

Ah... el objeto de mi deseo en este sueño era Fernando Peña, por si no lo mencioné.

3.10.06

De ladrillos e ideologías

A veces peco de estúpida, naif, provinciana.
Se que soy parte en el debate pero no tengo una posición tomada.
Y así y todo, aún nadie logró explicarme por qué algunos odian tanto los Barrios Cerrados.

Hace un par de años, después de haber pagado con esfuerzo el crédito con el que compramos nuestro primer departamento, nos empezó a dar vueltas la idea de comprar una casa. Matemáticas van, matemáticas vienen, la realidad era que ni por casualidad podíamos cambiar un departamento de 3 ambientes por una casa (ni casita, ni ph) en la misma zona. Por lo que empezamos a buscar un poco más lejos (bastante, les diría).

Un día encontré en internet un sitio que ofrecía lotes que daban al rio. Seguí investigando el tema y volvimos a hacer cuentas. La cuestión que vendiendo el departamento podíamos comprarnos un terreno y hacernos una casita, modesta pero digna, en un Barrio Cerrado.

Teníamos muchos prejuicios: la gente, las expensas, los costos generales, el "encierro" de estar un poco más lejos de la "civilización". Pero fué entrar en este lugar y enamorarnos. Pensar en poder salir a andar en bici con mi hija, o que me diga voy a jugar a la casa de al lado (como hacía yo de chica), o agarrar un botecito y remar en el medio de la laguna, o saberla en la plaza y estar tranquila.

Con algo de miedo, mucho esfuerzo y empuje empezamos el proyecto. Ya pasó un año, volvimos a endeudarnos, y tuvimos muchos dolores de cabeza, pero la casita está ahí, con lo poco que falta para terminarla, esperando por nosotros. Y nosotros estamos ansiosos como un chico que empieza primer grado: cómo va a ser nuestra vida ahi? es como piensan muchos un lugar en el que se junta la peor escoria del pais a contarse las costillas? será muy diferente al departamento en el que vivo, donde no se ni el nombre de la vecina de al lado? mi hija creerá que vive en un "microuniverso" sólo porque puede ver un árbol por su ventana y patos en el agua?

Veremos, veremos y sino... venderemos!