30.12.05

Dulce, melancólico y final

"La melancolía es la felicidad de estar triste"
Jack (citando a Victor Hugo)


Hay quienes le huyen, los que te dicen "no me gusta verte asi".
Hay quienes son indiferenes, los que la pasan como una gripe y siguen.
Y estamos aquellos que la disfrutamos, la deseamos, la buscamos y la padecemos.


Los primeros son los que te engañan (y se engañan), los que bailan pachanga en un funeral o te dicen en pleno entierro "no llores más, andá, andá y maquillate un poco". También son los que lloran en silencio, los que se enferman sin causa aparente, los que son como Carolyn Burnham el personaje femenino de Belleza Americana: siempre sonrientes, con el optimismo idiota a flor de piel y el grito contenido en las venas.


Los otros son los que creen que es una enfermedad. La aceptan cuando llega pero están deseando que se vaya. Se meten en la cama y siguen al pie de la letra las recomendaciones médicas: "no más de un helado por día, dos películas románticas/dramáticas por semana, si quiere llorar llore pero no deje de tomar agua para no deshidratarse y si no puede dormir media pastilla de Lexotanil".


Y finalmente estamos los que la amamos. Los que le damos resguardo en nuestra alma para que la alimente. Aprovechamos para mirar con sus ojos y ver la vida de forma diferente. La usamos como fuente de inspiración y como excusa. Somos los que nos gusta mirar el río al atardecer o una tormenta de rayos que se ve en el horizonte oscuro del mar. Los que escuchamos Chet Baker asomados al balcón viendo la luna. Los que miramos a los ojos en busca de la dulzura del alma. Somos los que brindamos por los que no están y les dedicamos cada fin de año un pensamiento lleno de profundo amor y de esta inseparable y dulce melancolía.

28.12.05

Montaña Rusa

Me gusta mucho ver películas. Soy de las que puede ver 10 veces la misma película. Sea cual sea. Clase A o Z. Y lo mejor de todo es que me las creo. De todas puedo sacar algo positivo (como con las personas).

Hay una película, algo vieja ya, que se llama Retratos de Familia (en su versión castellano). Actúa Steve Martin y es tal como lo dice el título un relato de la vida familiar. Un diálogo me quedó grabado, es uno en el que la esposa le dice al marido que la vida conyugal es como una montaña rusa. Era porque uno puede disfrutarla con su vértigo, sus subidas y bajadas, o puede simplemente querer bajarse y no poder, y gritar de terror a más no poder.

Hoy se cumplen 4 años desde que me subí a la montaña rusa. Las primeras subidas y bajadas fueron (y siguen siendo a veces) difíciles de digerir. El vértigo me gusta, y por lo general me divierto muchísimo!!

A vos, Negro, que te subiste conmigo y seguís ahí al pie del cañón. Gracias por acompañarme en este viaje!!

Te amo... y brindo por muchas vueltas más!!

26.12.05

Pura Navidad

Prendí una estrellita y corrí.
Me asusté un poco con las bombas de estruendo (menos que el año pasado).
Miré maravillada los fuegos artificiales (más que el año pasado).
Armé rompecabezas.
Formé flores de plastilina.
Me metí a la piletita inflable.
Aprendí a patinar.
Gané al memotest.
Pinté con fibras y esponjitas.

(La Navidad vista través de los ojos de mi hija... ¡me dió la excusa para vivirla como cuando era chica!)

22.12.05

Aviso


Asesores de imágen. Preferentemente Licenciados en Marketing con un mínimo de 5 años de experiencia en el área.

La tarea a desempeñar sería mejorar la imágen y la estrategia de comunicación de destacada personalidad perteneciente a una importante Multinacional con filiales en todo el mundo.

Se tendrá en cuenta para el puesto, no sólo los antecedentes y la experiencia, sino los siguientes puntos:

- Capacidad de imponer sus ideas por encima de las de los demás.
- Criterio para crear una estrategia de comunicación coherente.
- Buena actitud, paciencia y... buen gusto.

Los interesados pueden dirigirse a Plaza San Pedro, Vatican City y preguntar por Papá Noel... eh no por Papa Benedict the XVI.


¡Ex Gerentes de Coca-Cola abstenerse!

16.12.05

"Te hiciste caca"

De chica vivíamos en Ituzaingó. Para los que nunca pasaron la Gral. Paz, Ituzaingó es una ciudad del oeste del Gran Buenos Aires, cercana a Morón (a dos estaciones del FC Sarmiento). Viviamos en una casa muy linda pero chica, por lo que, a medida que fuimos creciendo, nuestros cumpleaños empezaron a tornarse un problema. Entre los compañeritos del colegio, los del Club y toda la parentela, la cosa se ponía espesa y los nervios de mi vieja ni les cuento.

Asi que por unos años (entre mis 12 y 14) se instaló en casa la modalidad "Cumpleaños en el Parque Sarmiento", nada de saloncito, ni pelotero, ni animadoras tontas. Lo mejor era una ronda de "Patys" y a disfrutar del día. En aquella época el flamante parque tenía todo funcionando a full, los juegos más novedosos que había visto, canchas de futbol para todos, alquiler de bicis y patines, la pileta... Un lugar para que grandes y chicos la pasen de lujo.

Entre los niños invitados estaban, por obvias razones, toda la camada de primos: primos hermanos, primos segundos y primos postizos. Entre ellos, los hijos de una prima hermana de mi viejo. Verán, mi tía conoció en la Universidad a su marido, Roberto, el japonés. Se casaron y tuvieron a esos dos personajes que son mis primos: Keiko y Nahuel. (Esos nombres me confundieron de chica, por mucho tiempo pensé que Nahuel también era un nombre japonés).

Tal vez por la educación universitaria, o los valores de la cultura japonesa (o simplemente porque no les gustaba) mis tíos no dejaban que los chicos se exedieran en insultos de ningún tipo. Será por eso, que en ese cumpleaños, en un radiante día de sol, habiendo alquilado bicis y en una persecución de esas de antología en la que nos perdíamos por los laberintos que formaban las instalaciones del parque, bajando a toda velocidad por una rampa en el sector del natatorio, derrapando (y casi llendóme al carajo) mi prima, que venía atrás comenzó entusiasmada el siguiente diálogo:

K: Uh!! casi te hacés "caca"!!- reía y reía.
M: Ehh? - medio seria, miro de reojo a mi hermano, que venía bajando en patineta.
K: Menos mal que no te caiste sino te hacías "caca"!- aclaró todavia riendo.
M: Ahhh!!!- dije aliviada sonriendo, palpándome por las dudas el trasero.

Mi hermano (que tiene un año menos que yo y uno más de enano maldito) no pudo aguantar la carcajada. Pero no era una risa fuerte, el hijo de puta se cayó al suelo y lloraba de la risa. Yo lo miraba fuerte, como me había enseñado mi mamá, tratando de hacerle ver, subiendo las cejas, que estaba mal lo que hacía. Se paró y empezó a andar con su patineta, estaba rojo el gordo y seguía riéndose solo. En eso baja Nahuel, con mi hermana menor en la parte de atrás de la bici... "Viste Kei, qué buena bajada! Casi nos hacemos "caca"! Yo atiné a mirar a mi hermano, ya más lejos en su patineta azul, cómo de nuevo empezaba a llorar de la risa, solito y tratando de no agitarse mucho por el asma. Mi hermana, asomada por atrás de mi primo me miró, revoleó los ojos y se mordió los labios, aguantando la risa. Yo los miré a mis primos, tenía ganas de "avivarlos", pero entonces vi que sonreían, que no se daban cuenta que estaban diciendo una perfecta gansada ni que mi hermano se reía de ellos. Su sonrisa era como la de los dibujitos de sus ancestros: total, completa e inocente. Eran tan felices de ser como eran como yo de tenerlos como primos.

Hoy son adultos. Keiko vive en pareja con su novio. Nahuel se casó hace poco en España. Por supuesto ninguno de los dos recuerdan este momento. Yo si me acuerdo, porque fué uno de los cumpleaños más lindos que tuve. Uno en el que aprendí que se puede decir mucho de otras formas. Pero sobre todo que a veces uno puede optar por no ser irónico, por no desmerecer al que es diferente. Uno puede optar por dejar que la inocencia gane un lugar en el corazón y se quede ahi, al lado del chico que fuimos.

13.12.05

No será mucho?

Papá Noel es un invento de Coca Cola?! Update 14-12-05

Si señores, así como lo leen. Este fin de semana leyendo una revista que me llega por suscripción, me encontré con una nota que entre muchas cosas decía que la imagen "comercial" de Papá Noel era un invento ni más ni menos que de Coca Cola. En ese momento, debo decir, desestimé un poco la veracidad de la mención y hasta podría decir que me dió como bronca porque ni siquiera el autor (que firmó Pablo Augusto Marini, licenciado en Filosofía, Profesor de Teología, Filosofía y Moral, y docente de Doctorado de Historia y Letras de la Universidad del Salvador) se molestó en dar una explicación a semejante afirmación o al menos citar la fuente de dónde había sacado la información. (La revista mencionada tiene su versión on line aquí).

Un poco contrariada decidí iniciar una pequeña investigación en la web. Ahí encontré el link al que hace mención el título. Que, de una forma muy similar (por comentarios que habían tenido!), hacía una aseveración parecida. Pero entonces, cómo podía ser? era cierto esto del Papá Noel cocacolero? Realmente, de dónde viene la figura de Papá Noel? por qué a este señor cura le molestaba tanto su presencia? Y entonces dí con una explicación en este site.

De chiquita no fui educaca en el Catolicismo, pero siempre en casa se festejó la navidad. Y siempre fue un momento muy especial, lleno de magia, de amor. Será necesario más? O, es demasiado poco? Alguien nos lo puede imponer moralmente? Si, las religiones están hechas para los que desean seguirlas, por qué la Iglesia se encarga de intentar desprestigiar la felicidad de los demás?

Si alguien lo sabe, me lo puede explicar?

Nota: Un dato que me llamó la atención de lo que leí es que no seguros con la verdadera fecha del nacimiento de Jesús los Cristianos no la festejaban el 25. Esto se empezó a hacerse a partir del año 345, absorviendo varias costumbres paganas (ja!) entre ellas el Saturnal romano, el 19 de diciembre, en honor de Saturno, y otra que se celebraba en el Norte de Europa, en la época del invierno, conocida como Yule.

7.12.05

Oscuridad

Cuando estás oscuro todo se oscurece.
No puedo evitar sentirlo asi y me han dicho que no debería, hasta vos me lo dijiste.
Pero en esta unión vos te caes y yo me caigo.
Intento sostenerme, sostenernos... y cuando no doy más, no se de dónde y cómo, volvés a iluminarte.
Se ve que sos más fuerte... yo todavía estoy abajo oscura y con magullones por la caída. Pensando qué voy a hacer cuando se me terminen las curitas.

5.12.05

El fantasma

Para mi, esos rayitos de sol en la mañana son como una manta que agarrás y llevás hasta el cuello para acurrucarte y seguir durmiendo. Me acomodaba buscando la posición y rogándole al sueño que no se vaya. Pero, sé por experiencia, que ese sueño que uno fuerza, ese querer dormir obligado, me termina trayendo pesadillas. Tal vez porque es un estado intermedio entre estar dormido y estar despierto.

Fué cuando pensaba eso que la vi. Yo iba en el colectivo a mi trabajo. Esta vez por esas extrañas formas de actuar del sueño, me había sentado adelante. Ya media cuadra antes la podía ver: la piel arrugada y translúcida, un vestido largo color marfil, el pelo color ceniza recogido en un rodete y la idea de que no era de esta época.

Con un poco de temor y fastidio, empecé a mirar para todos lados. Nadie parecía haberla visto, ni siquiera los que estaban parados. Todavía quedaba la posibilidad de que no subiera, pensé, en el mismo instante en que alguien tocó el timbre para bajar. El colectivo se detuvo, se abrieron las puertas, alguien bajó y ella muy lentamente, subió. Mi corazón empezó a latir cada vez más rápido al punto en el que la respiración asfixia. Se acercó al chofer y le susurró algo al oido, éste ni siquiera movió la cabeza que miraba fija hacia adelante. Entonces empezó a caminar lentamente hacia mi. Arrastraba una pierna, lo que la hacía más lenta aún. Cerré los ojos fuertemente, deseando volver a abrirlos y despertar. Los empecé a entreabir y seguía ahi, mirandome fijamente.

Ya no aguanté más. Hice lo que yo sabía que tenía que hacer. Me paré, me hice a un costado y le di el asiento a la vieja que había subido, mirando con bronca y algo de vergüenza al resto de los pasajeros. En un par de paradas me bajaba así que no daba para seguir haciéndome la dormida.

1.12.05

La vida es música

Definitivamente, las etapas de mi vida se emparentan con géneros musicales.
En la niñez, aún sin rumbo, la influencia materna me marcó con sus hits a puro "beat" y "psicodelia".
Fui "melódica" en la pubertad y un poco "pop" gracias a la primer Madonna.
Y algo "sinfónica" cuando bailaba sobre ruedas y la música no podía tener letra.
Ya más adolescente llegó la "pachanga", el "ska" y el "house".
Pero hubo un quiebre y el luto me vistió de "blues".
Al descubrir el mundo me pareció que lo ménos hipócrita era ser "grunge".
Hasta que las amistades facultativas me llevaron por el "heavy y el soft rock".
Hubo una intelectual etapa de "jazz" y otra del más frenético "trash" (nunca mejor puesto el nombre), hasta que llegaste vos tan "clásico" sensible y pasional.
Y si bien conocí las lágrimas al ritmo de algún "tango", ahora mi mundo es "pop inglés": sensible y sereno, cálido como un abrazo y con ese sabor optimista al final.