1.12.05

La vida es música

Definitivamente, las etapas de mi vida se emparentan con géneros musicales.
En la niñez, aún sin rumbo, la influencia materna me marcó con sus hits a puro "beat" y "psicodelia".
Fui "melódica" en la pubertad y un poco "pop" gracias a la primer Madonna.
Y algo "sinfónica" cuando bailaba sobre ruedas y la música no podía tener letra.
Ya más adolescente llegó la "pachanga", el "ska" y el "house".
Pero hubo un quiebre y el luto me vistió de "blues".
Al descubrir el mundo me pareció que lo ménos hipócrita era ser "grunge".
Hasta que las amistades facultativas me llevaron por el "heavy y el soft rock".
Hubo una intelectual etapa de "jazz" y otra del más frenético "trash" (nunca mejor puesto el nombre), hasta que llegaste vos tan "clásico" sensible y pasional.
Y si bien conocí las lágrimas al ritmo de algún "tango", ahora mi mundo es "pop inglés": sensible y sereno, cálido como un abrazo y con ese sabor optimista al final.

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