3.4.07

Earthquake

Vivían alejados de la luz del sol. Todo su día se iba en procurar que no se filtrase ni un rayo. Y allí reptaban. Lo único que los alimentaba era la información. Como ratas en la basura. Sus horas pasaban entre llamados de familiares, noticias amarillistas y chismes de vecindario. Elucubrando teorías, malpensando historias, destilando envidias. No eran peligrosos, hasta que se decidían a serlo. Cuando creyéndose con el derecho, planeaban, organizaban y traccionaban planes maquiavélicos para destruír familias felices...

Acabo de inventar un prendedor "I Survived my Stepfamily" y creo que me voy a hacer millonaria.

8.2.07

In-condicional

Probablemente tu voz
como el estruendo del mar
o quizás tu silencio
en la quietud de mi alma.

Probablemente tus manos
sintiendo mis labios
o quizás tus caricias
limpiando mis lágrimas.

Probablemente tus ojos,
tal vez tu mirada
o quizás todo vos...
pero seguro toda yo


en-amorada.

31.1.07

Memory

Cuando era chica, chiquita, 3 años, más o menos, lo normal en las reuniones era que la familia de mi vieja me pidiera que baile como una bailarina. Mi tía abuela, me enseñaba el saludo final y yo imitaba. Creo que de ahi surgió mi relación con la danza. Siempre me gustó: mirar, aprender y hacer. Sobre todo hacer. Sólo necesitaba un espejo y mis manitos intentaban imitar cómo estirarse, levantando bien la cabeza, en puntas de pie. Y de ahi, bailar. En silencio, sólo con la música en mi cabeza.

A los doce años había empezado a ir a un club a aprender patinaje artístico. Al año siguiente ayudaba a los profesores con los alumnos más chicos. Mi vieja estaba enloquecida con la facilidad que tenía y nos volvimos cómplices de ese fanatismo por el baile. Un día llegó a nosotros un tema que nos encantó, una versión cantada por Barbara Straisand de la canción Memory, de la comedia musical Cats. No pude más que bailar, bailar y bailar. Y esos movimientos que memorizaba se transformaban en una coreografía. Mi mamá habló con el profesor, le dijo que yo quería mostrarle algo para que me diera su opinión. Sólo recuerdo que cuando la música empezó todo desapareció. Era yo en la melodía y la melodía en mis venas... no, en mis entrañas. Y la brisa en mi cara suave, en cada movimiento, en cada giro, en cada salto. Cuando la música terminó y yo volví en mi, todo fué silencio, miradas emocionadas y una sonrisa cómplice de mi profesor.

A lo largo de mi paso por ese deporte artístico, siempre fue una constante que se me acercaran para decirme frases como: "cuando vos bailás se hace un silencio y no hay nadie que no esté mirando" o "cuando te veo me emociono mucho, me llega mucho verte bailar". Excedía ya a mi familia y las morisquetas de una nena de 3 años. Gente que no conocía se acercaba a palmearme o a decirme cómo se sentían viéndome. Y hasta conservo en algún lugar una foto que le sacaron a mi mamá cuando yo bailaba, su expresión como rezando y con los ojos llenos de lágrimas hoy día me conmueven.

No fui tan buena en el deporte. A los 16 años sos vieja, yo dejé de competir a los 17, nunca gané ningún campeonato importante (provincial, argentino) y haber perdido a mi mamá tuvo mucho que ver con mi desinterés para enfrentar las exigencias de seguir adelante (entrenar, competir). A los 21 me desvinculé completamente, incluso de la parte que más me gustaba, la que sentía "era lo mio": simplemente bailar sobre ruedas.

No se por qué me surge esto ahora, pero necesitaba contarlo, contar que todavía sueño que vuelo y que giro y que la música se funde en mi. Que todavia sueño con la sensación de bailar como me imagino bailan los ángeles en el cielo.

19.1.07

Imparable

El primero de enero se me detuvo el reloj. Seguramente se le agotó la pila. Lo tomé como un buen augurio...

...aunque cuesta esto de vivir sin saber que el tiempo no para.

Disparo contra el sol
con la fuerza del ocaso
Mi ametralladora
está llena de magia.
Pero soy solo un hombre más.
Cansado de correr
en la dirección contraria,
sin podio de llegada
y mi amor me corta la cara,
porque soy sólo un hombre más.
Pero si pensás que estoy derrotado,
quiero que sepas que me la sigo jugando
porque el tiempo, el tiempo no para.

Unos días sí, otros no,
estoy sobreviviendo sin un rasguñón,
por la caridad de quien me detesta.

Y tu cabeza está llena de ratas.
Te compraste las acciones de esta farsa
y el tiempo no para.
Yo veo el futuro repetir el pasado,
veo un museo de grandes novedades
y el tiempo no para, no para.

Yo no tengo fechas para recordar
mis dias se gastan de par en par
buscando un sentido a todo esto.

(Fragmento de El tiempo no para de La Bersuit Vergarabat)

9.1.07

Adiós año viejo.

Los últimos días de un año y los primeros de otro suelen tener un especial sabor a compromiso(s). Son una serie de eventos cuya planificación estratégica insidirá en mayor o menor medida en nuestras relaciones cercanas y no tanto.

Gracias a Dios me mudé a tiempo. "Este año festejo en mi nueva casa, el que quiera venir que venga"... cri cri cri...

El problema es que tengo a mis seres queridos desparramados en cada punto cardinal: mi hermano en Valentín Alsina, mi hermana en San Antonio de Padua y mi viejo en Lomas de Zamora. La casa de mis abuelos era, hasta este año, el punto de reunión más potable (Versailles, Capital), pero ya están muy viejitos para bancarse el ajetreo de un batallón de gente, así que sólo prestaron el lugar para Nochebuena.

Además, cada uno va teniendo sus compromisos políticos, es decir los que tratan de cumplir con la parte que representa nuestra media naranja: los suegros. Por suerte, y a pesar de tener 4 hijos, mis suegros consiguieron mantenerlos a todos dentro de un radio menor a los 20km. con lo cual es más fácil organizar una reunión. Hasta ahora.

Por mi parte, vivir en Benavídez, sigue siendo la forma de representar el punto cardinal que quedaba vacante entre los que ocuparon mis hermanos. Antes vivía en Olivos, temporalmente en Acassuso... ahora, aunque más lejos, sigo en la misma línea (y además todos pudimos comprar un auto!).

La conclusión de este bolonqui geográfico es que este fin de año y año nuevo lo festejamos solos los 3 en casa. Estuvo bueno... aunque yo, como buena descendiente de tanos, extrañé a mi familia bastante (más que mi nena a las 11 de la noche ya se había dormido).

Por suerte el dueño del lote del otro lado de la laguna tuvo la delicadeza de gastar una megafortuna en fuegos artificiales, con lo cual, champagne en mano, la llegada del año nuevo nos encontró sentados en el ventanal mirando cómo las luces multicolores se reflejaban en el agua, sintiendo, con los ojos llenos de emoción, el placer de un deseo que se estaba cumpliendo.

23.11.06

Hoy

Hoy me desperté amándote. Y sentí la felicidad de ayer salir de la maraña de los días. Porque sí, recuperé desde el agujero negro de lo cotidiano, la pureza del amor que nos eligió.

Hoy amanecí amándote. Y recordé la verdad de todo. Esa que se oculta en los enojos y se esconde tras los celos. Recordé que nos elegimos aún antes de hacerlo.

Hoy me descubrí amándote. Como al principio y como siempre a pesar del diario cuesta arriba que nos agota e intenta hundirnos. Entonces vinieron a mi las imágenes de aquel momento.

Empecé en tus manos y me escurrí en tus ojos. Y fui palabras y promesas.
Te quedaste con mi voz retumbando en tus oídos. Y fui realidad y presente.
Y nunca más nos dejamos. Ni un sólo día. Y nunca, nunca lo haremos.

(Tamuto Negro)

16.11.06

El Muro

En el muro de lo ideal, chocan todas las realidades.

Se apelmazan, se estropean, se revientan.
Se lastiman, se desangran, se marchitan.
Pero renacen.
Retroceden.
Y vuelven al choque.
Intentando trepar, a riesgo de derribar.

Quizás, encontremos la forma de rodearlo y avanzar, complacidos, dejándolo atrás.